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domingo, 21 de abril de 2013

Animales salvajes

La mordedura del monstruo de gila puede ser muy peligrosa

Los monstruos de Gila son animales salvajes que muerden a su víctima y se aferran a ella, rodando sobre la espalda para que el veneno fluya al interior de la herida y masticando para infligir heridas aún mayores. El veneno que estos animales  usan principalmente para defenderse, es segregado por glándulas situadas en la mandíbula inferior y fluye al exterior a través de unos surcos presentes en los dientes, atacando los centros nerviosos que controlan el corazón; la mordedura de este animal salvaje puede ser peligrosa para el ser humano. Los monstruos de Gila comen pequeños animales como roedores, hormigas y huevos de otros reptiles salvajes del desierto. En cautividad han mostrado gran afición por los huevos de serpiente y de otras especies de lagartos salvajes.

Los varanos emparentados con un lagarto que vivió hace 136 millones de años
Los varanos son animales salvajes que se encuentran entre los más antiguos lagartos vivientes. Están emparentados con el mosasaurio, un lagarto marino que vivió desde hace 136 millones de años hasta hace 65 millones de años, que llegaba a medir hasta 10 m de longitud. El varano más conocido y de mayor tamaño, el dragón de Komodo, este animal en estado salvaje alcanza los 3 m de longitud y es una especie protegida. Estos animales viven en varias islas, como la de Komodo, en Indonesia. Es un depredador y carroñero feroz que lleva en la boca bacterias virulentas, por lo que su mordisco puede ser fatal. Los varanos viven en áreas tropicales y desérticas de toda África; en Asia, desde Arabia hasta el sur de China y Malaysia, y también en el sureste de Asia


La Cobra
Nombre común de ciertas especies de una familia de serpientes venenosas, conocidas por su aspecto intimidante y su picadura mortal. Es fácil reconocerlas por una especie de caperuza que despliegan cuando están irritadas o se sienten amenazadas, que se forma por extensión de las costillas de la parte trasera de su cabeza. Estos reptiles viven en Filipinas, el sur de Asia y África.
La cobra real o cobra de Birmania es la serpiente venenosa más larga del mundo. El promedio de su longitud es de 3,7 m pero algunas alcanzan los 5,5 metros. Es una serpiente delgada, de color oliva o pardo, con ojos de color bronce. Vive en Filipinas, Malasia, sur de China, Myanmar, India, Tailandia y la península Malaya. Su actividad es diurna y se alimenta principalmente de otras serpientes. Su veneno es muy tóxico.
La otra cobra asiática es conocida como cobra de anteojos (debido a un dibujo similar a unos anteojos que exhibe en su piel). Rara vez alcanza una longitud superior a los 1,8 metros. El ensanchamiento de la zona de la cabeza de la cobra asiática es, proporcionalmente, mucho mayor que el de la cobra real y suele ser de color amarillo o castaño, con un dibujo en forma de anteojos en blanco y negro situado en la parte dorsal y dos motas blancas en la superficie inferior. Desarrolla su actividad durante el crepúsculo y por la noche, y se alimenta de reptiles, aves y roedores. Esta serpiente es causa de muchas muertes al año en la India, donde se le trata con respeto religioso y rara vez se le da muerte. Vive desde la costa este del mar Caspio hasta China y Malasia.

Los Cocodrilos
Los reptiles del orden Crocodilios aparecieron por primera vez hace unos 200 millones de años y se cree que constituyen un vestigio de la gran era de los reptiles. Sus antecesores vivían originalmente en tierra y tenían una constitución ligera, pero pronto se diversificaron en formas acuáticas y anfibias. A excepción de los aligatores, los Crocodilios viven en áreas tropicales y subtropicales del mundo. Las especies modernas son anfibias y pasan buena parte de su vida en el agua, donde nadan con movimientos rítmicos de la cola. En ocasiones, ésta les sirve para capturar a sus presas, arrastrándolas desde aguas poco profundas hasta zonas de mayor calado, donde pueden devorarlas con mayor facilidad.
Los Crocodilios están bien adaptados a la vida depredadora y tienen pocos enemigos naturales. Sus placas óseas, llamadas osteodermos, forman una especie de coraza que protege su gruesa piel. Sus dientes, en número de 30 a 40 en cada mandíbula, encajan en unos alveolos de éstas y se imbrican entre sí cuando tienen la boca cerrada. En los cocodrilos, el cuarto diente de cada lado de la mandíbula inferior sobresale cuando cierran la boca; en los aligatores, estos dientes no son visibles.
Las mandíbulas de los Crocodilios son lo bastante fuertes al cerrarse como para aplastar los huesos de animales pequeños, pero tan débiles a la hora de abrirse, que es posible impedir que lo hagan manteniéndolas cerradas con la mano. Dado que los Crocodilios flotan casi totalmente sumergidos, las únicas partes visibles cuando acechan a sus presas son los orificios nasales, los ojos y parte del dorso. Son los reptiles más ruidosos que existen y emiten sonidos que oscilan entre siseos y aterradores rugidos y bramidos, casi siempre durante la época de apareamiento. En tierra, estos animales se mueven rápidamente por medio de un movimiento de gateo, pero también pueden caminar a cuatro patas, como los mamíferos.

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